Vivir con ansiedad generalizada
Atento a cada sensación
Mi Primer Encuentro con la Ansiedad Generalizada
Tuve mi primer ataque de pánico en marzo de 2015 que me llevó a emergencias. Fue la primera vez que escuché que tenía ansiedad generalizada y ello me llevó a buscar ayuda de un psiquiatra y psicólogo. Vivir con ansiedad generalizada se convirtió en una realidad que debía enfrentar.
Antes del diagnóstico, nunca había sentido el terror absoluto de un ataque de pánico. Sé que sufría de ansiedad desde niño pero nunca me lo habían diagnosticado. Luego del primer episodio y de mis consultas con los doctores, estuve siempre pendiente de cualquier sensación y malestar que se convertían luego en ataques de pánico hasta que aprendí, meses después, a controlarlos.
Identificando Sensaciones y Síntomas de la Ansiedad
Cuando la ansiedad se desborda un poco y antes de llegar a un ataque de pánico, suelo experimentar dos sensaciones físicas que normalmente ocurren por separado. La primera es una sensación de falta de aire, como si, por más que respire profundo, el aire no llenara mis pulmones y no me sintiera satisfecho, lo que incrementa los nervios. La segunda es que mi corazón empieza a latir más fuerte. No más rápido, sino que siento palpitaciones que son imposibles de ignorar. Vivir con ansiedad generalizada significa estar constantemente atento a estas señales físicas.
Para darme tranquilidad y descartar cualquier problema físico, he consultado tanto con un neumólogo como con un cardiólogo, ya que es ahí donde se manifiesta la ansiedad. Los resultados siempre fueron positivos. Ahora, cada vez que aparecen esas sensaciones, puedo decirme a mí mismo que es ansiedad. Si creo que no puedo gestionarlo mentalmente, tomo una pastilla para controlar la ansiedad rápidamente antes de que escale. Esto tengo que decidirlo muy rápido. Antes cometía el error de pretender controlarlo siempre con la mente, pero en ocasiones no ha sido posible y terminé con ataques de pánico.
Aunque no estoy trabajando en una oficina como siempre lo había hecho, desde que despertaba hasta regresar a casa sentía un fastidio en el centro del pecho. Esa sensación a veces se convertía en palpitaciones o falta de aire, intensificando la ansiedad. Ahora, la presión de la ansiedad se presenta al pensar en la necesidad de recolocarme.
El Impacto de la Ansiedad en mi Vida Diaria
Desde el primer ataque de pánico, no puedo evitar estar atento a cada sensación en mi cuerpo. Cuando es una sensación repentina, me pongo nervioso y trato de manejarla con la mente. Si la sensación aumenta gradualmente, tengo más tiempo para gestionarla y mantener la calma. Tomo pastillas todos los días para mantenerme “equilibrado” de manera que cualquier susto por una sensación extraña no genere un nuevo ataque de pánico. Vivir con ansiedad generalizada ha cambiado completamente mi rutina diaria.
Dejé de hacer deporte por miedo a las palpitaciones, lo que me apena muchísimo porque lo disfrutaba bastante. A veces, incluso temo subir escaleras para evitar la agitación que acelera el corazón y provoca miedo. Esto último ocurre ocasionalmente.
Intenté la meditación, pero no logré adoptarla como una práctica regular y constante. Estuve en un taller para aprender a meditar que me pareció increíble, pero no continué con la práctica.
Estrategias Personales para Manejar la Ansiedad
Cuando una sensación de ansiedad se presenta, lo primero que intento hacer es pensar en qué estoy sintiendo y repetirme constantemente que es ansiedad y no un problema físico. Si noto que no puedo controlarlo con la mente, recurro al ansiolítico recetado por el psiquiatra para lograr la calma. Vivir con ansiedad generalizada implica encontrar estrategias efectivas para manejar los momentos difíciles.
Al principio tenía temor de tomar la medicación por miedo a volverme dependiente o adicto. Con el tiempo, aprendí lo útil que es y hoy, sin temor alguno, confío plenamente en que sin la medicación creo que podría haber terminado internado por crisis de nervios o ataque de pánico.
Explicando la Ansiedad a Mis Seres Queridos
Explicar lo que uno siente cuando la ansiedad empieza y se desborda es casi imposible. Puedes usar el diccionario completo para describir lo que sientes y lo que piensas, pero si la persona que te escucha nunca sintió lo mismo o no se ha informado sobre el tema, no lo entiende. Esto genera frustración en ambas partes porque uno no se siente comprendido y el otro no sabe cómo ayudar. Vivir con ansiedad generalizada puede ser solitario, pero tener a alguien que escuche hace una gran diferencia.
Tengo un primo que sufre de lo mismo y confío en él cuando me siento mal. Lo único que necesito es que me escuchen cuando quiero compartir lo que siento. Al compartir lo que siento, siempre encuentro alivio, y es una de las mejores técnicas que conozco para recuperarme de un momento en que la ansiedad se desborda.
Reflexiones y Consejos para Vivir con Ansiedad
He tenido que adaptarme porque al inicio me sentía agotado de estar pendiente en todo momento. Luego, cuando aprendí formas de gestionar mis momentos de ansiedad, me di cuenta de que era más fácil convivir con la ansiedad. Vivir con ansiedad generalizada requiere paciencia y adaptación continua.
Mi consejo para alguien que está comenzando a experimentar ansiedad generalizada y se siente abrumado por las sensaciones físicas es buscar a un psiquiatra a quien le pueda explicar lo que siente. Esta persona es vital para enfrentar la ansiedad porque puede recomendar medicación, dar consejos y derivarte a un psicólogo que te ayude a explorar de dónde viene la ansiedad, cómo se manifiesta y cómo hacerle frente. También recomiendo tener a un familiar o amigo cercano con quien compartir lo que uno siente y ser escuchado sin ningún tipo de juicio.
Cambios en mi Perspectiva sobre la Ansiedad
Antes entendía el concepto de ansiedad como sólo un poco de nervios o intranquilidad cuando enfrentaba situaciones de estrés. Luego aprendí que la ansiedad siempre estuvo presente en mi vida y que podía ser mucho más que sólo incomodidad para gestionar eventos. Aprender a reconocer la ansiedad, de dónde viene y utilizar recursos como la medicación o la terapia ha sido crucial para no sobredimensionar cada cosa que me pasa a nivel emocional, físico o mental. Vivir con ansiedad generalizada me ha enseñado a ser más consciente y a buscar ayuda cuando la necesito.
Compartir mi experiencia me ayuda a encontrar paz y tranquilidad. Quiero que todos los que sufren de esto sepan que no están solos, y con ellos crear una comunidad donde podamos compartir lo que sentimos, encontrar respuestas y aprender de las experiencias de cada uno.
Información complementaria:
Para mayor información sobre transtorno de ansiedad generalizada y ataques de pánico recomiendo visitar los siguientes sitios que yo consulto con frecuencia: